Tumbes bella
A pesar de ser un departamento pequeño, Tumbes ofrece muchos atractivos turísticos a aquellos que se animan a visitar este hermoso pedazo de nuestro país, allá en el norte.
Una amiga ecuatoriana, Marcela, siempre visita esta ciudad. A propósito de Semana Santa, ella me contó que estuvo por allí y que encontró más lindas las playas de la zona. Las playas tumbesinas tienen un atractivo singular, por ejemplo, en Puerto Pizarro se puede practicar esquí o hacer paseos en lancha, debido a que la playa no es muy profunda. Desde esta zona también se pueden realizar paseos guiados a lugares como el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, la Isla del amor, Hueso Ballena e Isla de los Pájaros.
Mi amiga se siente como en casa cuando va a Tumbes, ella es guayaquileña, pero dice que su segunda patria es Perú. Muchos ecuatorianos visitan esta ciudad por la cercanía y por la belleza que ofrece este pequeño departamento.
Una amiga ecuatoriana, Marcela, siempre visita esta ciudad. A propósito de Semana Santa, ella me contó que estuvo por allí y que encontró más lindas las playas de la zona. Las playas tumbesinas tienen un atractivo singular, por ejemplo, en Puerto Pizarro se puede practicar esquí o hacer paseos en lancha, debido a que la playa no es muy profunda. Desde esta zona también se pueden realizar paseos guiados a lugares como el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, la Isla del amor, Hueso Ballena e Isla de los Pájaros.
Mi amiga se siente como en casa cuando va a Tumbes, ella es guayaquileña, pero dice que su segunda patria es Perú. Muchos ecuatorianos visitan esta ciudad por la cercanía y por la belleza que ofrece este pequeño departamento.
Marcela me comentó que esta vez visitó un restaurante que alguna vez le recomendé, El Estadio, un lugar ubicado en la calle Francisco Ibáñez, en la cuadra tres, donde preparan unos deliciosos platillos marinos.
Una vez me contó que su primera experiencia con el rocoto fue atroz, tuvo la mala idea de sobarse uno de sus ojos luego de haber agarrado un rocoto y ¡diablos!, la hizo llorar hasta más no poder. Obviamente, los mozos fueron muy atentos y por todos los medios trataron de aliviarle el ardor que sentía, pero el momento que pasó fue bastante incómodo. Cualquiera pensaría que luego de esa experiencia esta guayaquileña odiaría todo lo que tenga que ver con lo picante, pero se equivocan, como toda mujer aguerrida que es le gusta el ceviche a más no poder.
Yo siempre la molesto y le digo que le gusta nuestro país y, especialmente Tumbes, porque allí sí come el verdadero ceviche, nada de qué ver con el que se prepara en su tierra. Ella se ríe y, por supuesto solo es una broma, porque creo que cada platillo tiene su encanto, pero la verdad nuestro ceviche no tiene nada que envidiarle a otras comidas de su tipo.
Lo bueno de Tumbes es que siempre está soleado, su clima semitropical lo hace el lugar perfecto, especialmente para nosotros los limeños, ahora que empieza a cambiar el clima y el fresco otoño o el frío invierno hacen que extrañemos el sol. ¡Vayan, no se arrepentirán!
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