La selva está cerca
La selva es un destino que a muchos nos gusta, pero a veces por la distancia desistimos de viajar para allá. Sin embargo, a 120 kilómetros al noreste de la ciudad de Huánuco tenemos a Tingo María con su “Bella Durmiente”, cataratas y paisajes maravillosos.
Llegar a ella es fácil, solo se aborda un ómnibus interprovincial que te dejará en la ciudad de Huánuco, y de allí puedes continuar el viaje en otro bus interprovincial o en autos a Tingo María, destino al que se llega en tres o cuatro horas.
Esta ciudad no la conozco, pero por referencias de Orlando, un amigo huanuqueño, sé que hay lugares interesantes y sitios inexplorados por conocer. Aquellos que son aventureros y les gusta el turismo ecológico tienen una buena opción aquí.
Una vez en Tingo María el primer lugar para conocer es el Parque Nacional de Tingo María donde se encuentra la Cueva de las Lechuzas, que se ubica en la falda del cerro de la “Bella Durmiente”, a 11 kilómetros de esta ciudad. Se llega a ella tomando el camino que conduce al poblado de Monzón y luego de pasar el puente Córpac, se toma un desvío que conduce a la zona donde se ubica la cueva.
En esta gigantesca gruta de piedra caliza habitan los guacharos, aves muy parecidas a las lechuzas. Estas llegan a medir 50 cm. y en las tardes salen a buscar su alimento que lo constituyen frutos y semillas de la zona como la palmera de pijuayo y el yutubanco.
Además, en la cueva habitan otro tipo de aves como loros y murciélagos que aparecen colgados en las paredes de la cueva y en el techo que llega a medir hasta 10 metros de altura. Aquí viven una variedad de insectos como escarabajos, cucarachas, arañas y grillos.
En esta zona también podrás apreciar infinidad de especies como mariposas de vivos colores, además de 144 especies vegetales entre las que destacan las orquídeas.
Un lugar ideal para bañarse es la Cueva de las Pavas, que se ubica a 8 Km. de Tingo María. Aquí discurren aguas cristalinas que bajan desde la zona de Locumyupe, que es el verdadero nombre de la quebrada. Aunque creo que el nombre se debe a que aquí habitan pavas silvestres. También se pueden observar flores silvestres y visitar el vivero de orquídeas de Jara.
El sitio es muy acogedor y bastante visitado por los turistas, que pueden acceder a guiado, servicios de restaurante y venta de frutas de la localidad. Otro bello atractivo lo constituyen las cataratas como el Velo de Las Ninfas y un poco más allá, a tres horas de camino en Aguaytía (Ucayali), el Velo de las Novias, que ofrece un precioso paisaje.